Nuestro cachorro de Teckel es probable que haya realizado un largo viaje hasta llegar a su nuevo hogar, lo ha hecho de un modo confortable y seguro en su cesta o jaula y ha conocido a la que será su nueva familia que le habrá recibido con gran alboroto, especialmente si hay niños pequeños en casa. Es un gran cambio para él, ahora se encuentra desorientado, no sabe dónde se encuentra, lo inspeccionará todo, y tardará unos minutos hasta que vaya tomando conciencia de que ya no está con su familia perruna. Hay que dejarle tranquilo para que lo vaya asimilando, le pondremos agua por si tiene sed, y le acercaremos el plato para que haga su primera comida en solitario. Cuando haya terminado su cena todos estaremos tan felices y pensaremos que es el momento de darle las buenas noches y llevarle a su cuna, y aquí es donde empieza nuestra prueba de fuego. Su madre y sus hermanos ya no están con él, se sentirá solo, quizá tenga frío y empezará a lloriquear, pero no es el momento de malcriarle y bajo ningún concepto le llevaremos a la cama con nosotros, si lo hacemos estaremos perdidos, porque la noche siguiente será lo mismo y ya no tendrá remedio. Un buen truco es ponerle en su cesto o cuna algún juguete o una botella de agua templada envuelta en una toalla, él sentirá calor como si tuviera a sus hermanos y después de algún pequeño lloriqueo no tardará en dormirse plácidamente.
Está muy extendida la opinión de que el teckel es un perro testarudo y es prácticamente imposible educarlo, pero esta afirmación se debe, en parte, a que es un perro de tamaño pequeño y como tal hay que mimarle, no regañarle nunca, protegerle en exceso y ceder a todos sus caprichos, pasará el tiempo, el cachorro se convertirá en adulto, y la nula educación que le hemos proporcionado la traduciremos en cabezonería cuando desobedezca nuestras órdenes, pero esa teoría no es cierta.
Si desde que llega nuestro cachorro a casa establecemos unas reglas básicas de convivencia, entenderá y comprenderá rápidamente qué nos gusta de su conducta y qué es lo que no vamos a permitirle, todo ello lo haremos de modo constante, con firmeza, pero al mismo tiempo con cariño y el máximo respeto hacia él. Así y sin apenas darnos cuenta le habremos proporcionado a nuestro teckel una buena educación, en un ambiente familiar donde crecerá feliz convirtiéndose en un perro educado, cariñoso, divertido, juguetón y muy protector.
Nuestra prioridad es la salud y el bienestar de nuestros perros, por ese motivo no hacemos entrega de ningún cachorro hasta que no haya cumplido como mínimo las doce semanas de vida, es la edad mínima que exigimos para que puedan cambiar de domicilio con las suficientes garantías que detallamos a continuación:
Durante 20 días, ante cualquier enfermedad infecto-contagiosa que se encuentre oculta o en periodo de incubación, y garantía genética durante un periodo de dos años.
Con tres vacunas: Puppy a los 45 días de edad, Nonavalente 20 días más tarde y una tercera Nonavalente de recuerdo 20 días después, que quedará justificado en su cartilla sanitaria o pasaporte canino, firmado y sellado por el veterinario.
(Libro de Orígenes Español) de la Real Sociedad Canina de España, para que el nuevo propietario pueda realizar la tramitación del correspondiente pedigree.
Todas las garantías se entregan por escrito al propietario.
No enviamos cachorros por agencias de transporte. Si a usted no le es posible recoger personalmente su teckel, podemos ofrecerle otra opción para que pueda disponer de su cachorro con todas las garantías